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Tres mitos y verdades de los empaques plásticos

Algunas perspectivas, basadas en fundamentos erróneos, consideran que este material debe desaparecer y ser sustituido por alternativas biodegradables. Sin embargo, eliminar el plástico no soluciona el problema de la contaminación ambiental y, al contrario, puede generar nuevas problemáticas que no se han tenido en cuenta.

Por eso, «El Catálogo de El Empaque» consultó al experto Sergio Díaz Collazos, gerente de mercadeo de Darnel, quien aclaró tres mitos y verdades sobre los empaques plásticos.

Mito: Los empaques biodegradables no generan impacto en el medio ambiente.

Verdad: Los empaques plásticos reciclables (generan menor impacto) que los biodegradables.

La fabricación de un empaque a partir de materias primas naturales no lo hace implícitamente sostenible. Explica Diaz que, los productos biodegradables no desaparecen, se transforman; por ello, si no se garantizan las condiciones para que se biodegraden y si no se realiza una correcta disposición lo que se está haciendo es generar nuevas problemáticas.

Por ejemplo, cuando un empaque de materiales biodegradables termina en un relleno sanitario, lo que termina pasando es que los nutrientes se transforman en metano, que es un gas de efecto invernadero, causante del calentamiento global.

Por el contrario, los empaques plásticos son muy eficientes en el uso y ahorro de recursos naturales para su fabricación, además, pueden ser reciclados y aprovechados para la fabricación de nuevos productos.

Mito: El uso del plástico es un problema que afecta la protección del medio ambiente.

Verdad: El problema global es la gestión de las basuras y su mala disposición, no únicamente del plástico que representa solo el 12 % de todos los residuos que se generan.

Las personas no disponen correctamente de sus residuos, entre ellos de los empaques y envases plásticos que son reciclables, reutilizables y que, a diferencia de muchos otros materiales, sí permiten el cierre completo del ciclo. Estas malas prácticas son  el verdadero problema que genera contaminación.

Algunas posturas defienden la eliminación del plástico por completo, culpando al productor y no educando al consumidor. Pero vale la pena reflexionar acerca de lo que implica cambiar un material con muchos beneficios por otros materiales que, desde su producción, generan más impactos y que a hoy no tienen un cierre de ciclo fácil. El reto es generar una cultura de manejo responsable de todos los residuos.

Mito: Vale la pena sacrificar la funcionalidad del plástico para generar una percepción «verde».

Verdad: Los empaques plásticos son funcionales y rentables.

Algunos distribuidores de alimentos se han dejado tentar por la tendencia de distribuir y disponer de sus productos sin ningún tipo de empaque. Sin embargo, las consecuencias en términos de funcionalidad, costos e inocuidad, son demasiado altas y peligrosas.

Los empaques plásticos favorecen procesos logísticos eficientes y rentables, además, conservan de forma adecuada los alimentos para que se mantengan frescos y preserven sus nutrientes y propiedades organolépticas por más tiempo, reduciendo su desperdicio.

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